hoy es un día de esplendor

Hoy es un día de esplendor,
El azul rutila y golpea la hierba de los parques en calma.
Era como una fotógrafia,como una escena ,donde Natalie Wood y Warren Beatty se miraban sin decidirse quien sería el primero de una vez por todas,en atreverse a besar uno al otro.
Los tangara azuleja, color cobalto con pico afilado y mascara de "el zorro"..reboloteaban y se lanzaban como kamikazes ,
picoteando sin freno ,los insectos , que pululaban por el suelo húmedo de la ciudad ardiente de Panamá City.
En el corazón de Paitilla, frente la bahía, tupida de altivos rascacielos,
el sol cálido intentaba destruir sus vigas de hormigón armado,
el viento,la brisa que provenía de los altos cerros lejanos del Interior,del norte,
hacian que yo, alzase con agrado el mentón y pensara para mí mismo,
que la vida ...seguramente si pudiese ser maravillosa..
Los "terreritas" sin vergüenza ,
destilaban al viento su color pelirrojo, igual que mi amada Maureen O'Hara... además, con su vuelo bajo y ágil ,presagiaban la inminente tormenta,
las típicas lluvias torrenciales que rebosaban las alcantarillas inundando las avenidas y  hacian que los" tranques" ,fuesen una agónica espera sigilosa e infinita .
Cuando se desató el apocalipsis en forma de truenos y relámpagos ,en calle 50 los autos permanecían parados con la música a tope,  todos conocían que era cuestion de minutos que la lluvia cesara y todo volviese a la misma calma y normalidad de siempre.
Llegué hacía cinco dias a la ciudad,
El viaje duró unas nueve horas..
me senté en mi asiento previsto en clase turista en las plazas centrales del avión. Después de haber recorrido el largo trayecto hasta la puerta de embarque, sudando..ya presagié que perdía  el vuelo...
un amable azafato me proporcionó una botella de agua fría al ver mi estado desesperado. Me acompaño con alegre amabilidad a mi asiento.
Mi compañero de viaje era un joven judío con su kipá.. me di cuenta al poco rato ,que llevaba eso incrustado en la cabeza.Panamá tiene una gran  cantidad de judios. Abrí el libro que tenía dispuesto a leer,"Cana,Caballo de Troya 9"..
El Joven era muy agradable y nos dispusimos a hablar,dejando mi lectura de lado.
Era sábado el trayecto... y sin más,le pregunté... Umm pero viajas en sábado? No lo tenéis prohibido?le dije- Es Sabbath...no?le dije 
Si pero lo hablé con el rabino de Barcelona y me dió dispensa..me dijo
dispensa? te refieres a algo a cambio?le dije..
me miró y sonrió ampliamente sin darme una respuesta concreta.
Bueno...pensé para mí mismo...todas las religiones son iguales...
Daniel Aguilar era su nombre..regresaba de España a Panamá después de cursar una licenciatura en administración y dirección de empresas..
Una de las azafatas de Iberia se acercó donde nos encontramos y dirigiéndose al asiento donde se encontraba Daniel, preguntó amablemente.usted solicito comida kosher?
Si ,respondió y le sirvieron ...antes que a todos...
Kosher? le pregunté.. también dan kosher? 
Si,si...dijo..ten en cuenta que todas las aerolíneas están subvencionadas por el gobierno de Israel para que así sea. me dijo.
Vaya tela! dije en voz alta...
Le hubieses pedido también al rabino dispensa y haber comido está carne más o menos tierna de cerdo con guisantes y no esa porquería que veo,de verduras remojadas en agua turbia.
Le dije..
El judío sonrió y puso su mano en el kipá asentandolo.
La mayoría de las joyerías de Panamá City eran propiedad de catalanes y judíos...los catalanes y los judíos siempre se han llevado bien por los siglos de los siglos..nunca veréis un judío pasar penalidades,entre ellos se ayudan,se protegen y se dan trabajo..es algo para reconocer ,su valía...y más, después de la segunda guerra mundial,donde practicante fueron aniquilados.
Seguí leyendo un poco y dormí unas horas hasta que vi el amanecer por una de las  ventanillas de la parte derecha..
A penas faltaban quince minutos para aterrizar en Tocumen.
Tienes que venir a verme si  es posible,me dijo Daniel , escribió el nombre de una dirección en un papel y me la entregó.  La  lei...Joyería La Perla Vía España Número 19.
Así lo haré si es posible le dije.
El Airbus A330 descendió suavemente y después de unos segundos y unos suaves golpes de caucho sobre el asfalto ,se detuvo.
Me despedí de Daniel dándole la mano y el me respondió con otro apretón fuerte...tienes que venir,escríbeme,recuerda...me dijo...poco a poco fuimos saliendo de ese embudo repleto de gente ajetreada ansiosa por salir del gris artefacto metálico.
El mercado del marisco está situado al final de la Avenida Balboa, recinto apoyado económicamente durante muchos años por el gobierno japonés..ya de buena mañana las mujeres preparaban a la entrada el ceviche fresco de corvina,pulpo,camarones y mixto...las diferentes plazas en el mercado ,llenas  de langostino tigre, gamba blanca,langostas,vieiras ,ostras,y toda clase de pescados...jefe! Jefe! Me gritaban al verme pasear por los puestos, en chanclas donde mis pies se mojaban por los ríachuelos de agua ,y pantalón corto. Los indígenas de las islas de San Blas vendían langostas  a cinco dolares la libra y las más pequeñas ,con cabeza ,eran más económicas...la corvina a dolar y medio la libra,el mero a dos dolares y medio la libra,los lenguados,pez gallo y robalos a dos dolares la libra...era todo un espectáculo, sin parangón.
jefe, jefe! me gritaban de nuevo de una a otra parada...era incómodo...
El restaurante se encontraba en la parte superior, subiendo unas escaleras metálicas.
Ahí podías ofrecer la compra realizada en el Mercado y por un módico precio de quince dólares cocinaban todo al gusto.
Sin embargo yo preferiría comprar el producto y cocinarlo en mi apartamento alquilado en la zona residencial de San Francisco.
El apartamento era realmente económico, no más de cuarenta dólares por día, con lavadora, lavavajillas, nevera y cocina a gas...un amplisimo balcon,donde poner situar hasta una hamaca,una mesita redonda delante y así poder fumar de manera relajada mientras se apreciaba la lluvia tropical jarreteando sin piedad..
no podía pedir mas.
Los talingos iban picoteando de un lado a otro sin miedo al agua.
Mi puesto de trabajo como ingeniero y migrante laboral era Tecnasa, una gran empresa de distribución, instalación y mantenimiento de todo equipo electrónico ,puntera y referente en todo Centro América.
Mis primeros días fueron de adaptación,llegué dos días seguidos a fichar tarde ,debido al tranque..
Acostumbrado a tener un margen de cuarenta y cinco minutos para llegar al trabajo,se multiplicaron por dos... Panamá era una ciudad de más de millón y medio de seres de dos piernas y más de tres millones de vehículos de cuatro ruedas.
Después de cinco días, sin tener prácticamente relación con nadie, si,soy bastante misántropo y tímido,lo se, seguramente que hablarían entre ellos, de ese español que parecía judío,de tez clara y cabello no oscuro...
Día a día fui adaptandome tanto a la ciudad como al trabajo...
Ya llevaría como una semana en Tecnasa,
cuando un día , ya acomodado a llegar quince minutos antes a mi puesto de trabajo,vi un café expreso y un mini croissant al lado derecho de mi ordenador aún apagado.
Me sorprendió ver cómo todavía humeaba el café... seguramente me estaban espiando y sabían que no tardaría más de medio minuto en llegar mi puesto de trabajo.
Cogí el café lo olí y di un sorbo...la persona que había puesto eso ahí,me tenía controlado...el café  no llevaba azúcar. Alargué la mano cogí el mini croissant,estaba tibio...recién puesto en el microondas,como yo hacía siempre.
Que buen detalle,café y croissant,
que gran detalle repeti de nuevo para mí.Alcé la vista y di noventa grados a izquierda y noventa más a derecha con la mirada sin percibir nada extraño o fuera de lo común.
Bueno... pensé para mí mismo... encendí el pc y esperé.
A la salida de mi jornada laboral como siempre, me situaba en la amplia avenida delante justo de la universidad Panamericana, esperando que un taxi color amarillo chillón pasara por delante y poder pararlo...en mi corta espera ,un Toyota verde paro frente a mi y bajo la ventanilla...voy para la ciudad dijo,subes? Te llevo.? Era Marisela una compañera de trabajo dos mesas a la derecha donde yo tenía la mía.porque no? Pensé... Los taxistas en esta ciudad se hacían los remolones  debido al gran tranque que había hasta la ciudad.Mariela era una joven de no mas de 27 años, de piel trigueña,delgada,cabello castaño alisado y ojos grandes oscuros.
Donde te dejo?..me dijo..
En san francisco...
Perfecto yo también vivo ahí...me dijo..
Espero te gustara el café y el croissant,me dijo...
Si,si,claro...fuiste tú? 
Si claro dijo sonriendo..
Pues muy amable por tu parte..
Que tal el trabajo,cómo lo llevas? Me dijo
Pues de momento muy bien la verdad .
Tienes algo que hacer hoy viernes? Me dijo al instante...
Pues no tenía pensado hacer nada como siempre...le dije
Te puedo recoger a eso de las nueve y vamos al casco viejo a comer y tomar algo,me dijo...
Conoces ya el casco viejo?
No, le dije...a penas conozco nada.
Atravesamos la ciudad a duras penas,hasta que detuvo el Toyota verde frente la entrada de mi apartamento y me dijo, bueno entonces quedamos aquí a las nueve?
A las nueve estaré aquí abajo le dije...baje del vehículo..llame a la puerta yJuan el portero del edificio abrió la puerta...veo que esa" flaca" le trajo a casa..señor José,me dijo..si, si,trabajamos juntos,le respondí...Juan sonrió. Llamé al ascensor y subí hasta el apartamento .Quedaba una hora y poco hasta que fuesen las nueve.
Abrí la nevera, cogí una balboa y la apuré en cuatro tragos, me recriminé no haber dejado puesto el aire acondicionado. Lo encendí. Me tumbé en la cama y me dispuse a ver el teléfono movil.. después de unos minutos fui al baño,me desnudé y me metí en la ducha,el agua fría resbalando por mi piel era agradable..después de quince minutos,salí,me sequé,me puse debajo de los sobacos desodorante roll on aloe vera, saqué unos calzoncillos slip azul marino del cajón, unos vaqueros levi's azules y un polo Lacoste gris,
Eran las ocho y media...fui de nuevo a la nevera,cogí otra balboa,abrí la puerta corredera , salí a la terraza y me encendí un cigarrillo, mientras veia las luces de los coches en procesión,en la noche de un viernes de fiesta panameña.
De pronto,sonó el teléfono, ponía y se leía... Cristina.
En España el trabajo era complicado..me costó mucho tiempo decidir dar el paso.
Estaba cansado pero después de la la muerte de mi padre y quedarme sin padres, me liberé.
Por qué no hacer las Américas?
El trabajo realmente estaba muy bien pagado y era una manera de desconectar con todo,era como volver a comenzar una nueva vida.
El día antes de salír de Castellón en tren  hacía Madrid y coger el vuelo,
Cristina me dijo que estaba loco,
muy loco, que me iba porque realmente no la quería, que yo no le importaba nada y que si me sentaba en el asiento de ese airbus y me alejaba, no me iba a esperar,ni me iba a llamar más.
El teléfono siguió sonando, cuatro veces y al final contesté.
Si? dije..
José?
Si...
Soy Cris...
Hola Cristina,le dije...
Que tal estás? Como te va?
Pues bien, aclimatandome, pero bien 
Y tú cómo estás?
Echándote un poco mucho de menos, pero bien...
No me dió tiempo a responder...
Sonó el interfono,una,dos,tres,veces...
Espera un momento Cristina,le dije...
Dejé el teléfono en la barandilla del balcón y me diriji a la entrada donde estaba el telefonillo,me lo puse en la oreja.
Si?..dije
Soy Juan..la flaca está aquí esperandole abajo ,me dijo que le avisara..
Giré el cuello y miré el reloj que había arriba de la nevera. Eran ya las nueve.
Bien, bien,Juan...dígale que bajo en cinco minutos, gracias.
Volví a la terraza, bebí de un sorbo de lo poco que quedaba de la Balboa,cogí el teléfono de nuevo.
Cristina me escuchas?
Si,si...dijo...
debo dejar la conversación,me están esperando,quizá podamos hablar en otra ocasión..
Ah,está bien,dijo y colgó.
Puta vida... pensé para mí mismo.
Me miré por última vez en el espejo de la entrada,me perfilé las cejas con el dedo índice y pulgar ,me atuse el pelo castaño y liso con los dedos abiertos de la mano derecha,abrí la puerta, salí del apartamento y cerré con llave.
Antes de cruzar la puerta avidrerada del edificio ,vi el Toyota verde aparcado frente la entrada.
Va a salir de fiesta?
Dijo Juan
Si... vamos a ver qué tal se da la noche,le dije..
Pásenlo bien. Yo estaré aquí.
Juan dió al interruptor y se abrió la puerta...
Caminé hacia el Toyota y entré en el
El perfume que llevaba puesto Mariela era muy agradable,era fresco.
A esas horas en Panamá ya era noche cerrada y volvía a haber tranque hasta el casco viejo.


Son las 19:55, Domingo, 22 de junio, que quede constancia del día y la hora.
En este mismo instante acabo de discutir contigo una vez más,
sin yo quererlo,
 te pusiste de nuevo a decirme,
a imaginar cosas,
que yo nunca realmente las conocí...
Me acaba de decir...por enésima vez,
todo aquello que tenías guardado dentro de ti, una vez más,
Me recriminaste todo lo que no hice bien,todo lo que ya purgué una y otra vez,sin descanso.. 
Te acabo de decir a voces, que ya no puedo aguantar más peso, 
que también debias tú de entenderme,
que aún así  y a pesar de todo, creo que aún te amo mucho, y te  deseo muchísimo..
Aún así, después de conocer todo ello...
golpeaste la puerta fuertemente,
sin hacer caso a nada de lo que te rogaba...
Me los arrebataste!
los cogiste de la mano y te llevaste a mis dos hijos llorando ,
Mientras ellos llorando alargaban la mano hacia mi...y me llamaban de manera agónica... 
Ten seguro,te juro por mi vida,que nunca,nunca, pa te lo voy a perdonar nunca,
nunca, mientras viva y más allá.

























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