"El pulimentador"
"El pulimentador",el hijo de Pepe, tenía la ilusión de creer que podía triunfar en el juego de la pelota y todos en el pueblo le apoyábamos , sabíamos que tenía el "don". Ese "don " del que tanto hablaba "King", "The shining", " la marca".Tenía una zurda de aquellas que hacía mucho tiempo no se veían por la provincia, supongo que ese "don", con el balón,le vendría por algún gen de tiempos pasados, o Dios sabe el porqué,ya que en estos lares,lo que más nos preocupaba era que las ovejas no se descarriaran e hicieran punta por el barranco o que en época de cuaresma no faltara el pescado para comer.
En el partido del domingo nos jugabamos la temporada para subir a tercera división. Martín "el bolo", era una pieza fundamental también en el equipo,con el balón era un "tronco" pero daba leña a los delanteros contrarios , era nuestra muralla inexpugnable a costa de numerosas tarjetas y alguna que otra expulsión.También teníamos a Alberto,el hijo del maestro del pueblo ,que jugaba en el centro del campo y manejaba las dos piernas gracias a su padre y a su madre, ya que de pequeño , su padre insistía en que pegara al balón con la izquierda,como buen republicano y su madre con la derecha,como tenía que ser un buen cristiano.Pero nadie como José "el pulimentador" ,el hijo de Pepe, al que todos le llamábamos "Navarro".Llevaba veintiocho partidos seguidos marcando gol, y ya hacía tiempo que se nos quitaron las ganas de apostar algo con él ,por ejemplo,a ver si lograba marcar o no,de nuevo, en el próximo encuentro, sabíamos que íbamos a perder.
Nos lo jugábamos todo ese domingo,era todo o nada,era ganar y subir de categoría. Nuestro "mister "era J. R. al que Federico,el maestro,el padre de Alberto,le puso el mote de "Tolkien".Era un hombre canoso, un sudafricano jubilado , fumador empedernido de pipa y muy mal hablado , que había vivido mucho tiempo en la zona minera de Aberfan en Gales y se vendía como un gran entendido en este deporte.
El día del partido hacia viento y a la par un sol radiante, la hierba del campo estaba perfectamente rasurada, verde, húmeda y aún así un poco hirsuta.Todo el pueblo se había desplazado al terreno de juego para vernos.
Sonó el silbato.
A los diez minutos de juego, una entrada por detrás,derribo a nuestra estrella,"Navarro" ,"el pulimentador". Armando, el médico del pueblo y del equipo, corrió presuroso,con la botella de agua milagrosa de la Ermita de la Magdalena en la mano derecha y el botiquín en la izquierda, al instante dibujó una mueca extraña en su rostro, miró al banquillo y negó con la cabeza,pero "Navarro"se levantó y dijo que seguiría, aunque renqueante.
A la media hora perdíamos dos a cero, el "mister" nos hacía jugar a la defensiva,no dejaba que pudiéramos desplegar en el campo nuestras cualidades,le tenía demasiado miedo al contrario y a su historial. Después del descanso,en el minuto sesenta ,perdíamos ya tres a cero.Alberto miraba al banquillo y recriminaba a "Tolkien,". El sudafricano,sin saber que hacer, abrumado, aspiró el humo de su pipa y le gritó, lo poco o mucho que sabía decir, palabras malsonantes pero en perfecto castellano.a Alberto.Acargar!!! Id a cagarrrr!! En ese momento a Alberto se le iluminó el rostro.Que ha dicho? le preguntó "Navarro"desde la zona delantera. Que hay que ir al ataque ! ,a atacar! a dicho.Entonces el equipo,de.manera autómata, se reestructuró, pasaron de cinco defensas a tres, adelantaron el centro del campo y el hijo de Pepe en punta, que seguía medio cojo. "Tolkien" observaba el cambio pero ya no se atrevió a decir nada más .Los ojeadores de los grandes equipos de primera, sentados en la grada, miraban el juego detenidamente. Sobretodo pendientes de "Navarro'.A partir de ahí cambió todo por completo,un rebote en el área fue aprovechado de manera magistral por Ernesto "el rojo",el hijo del bodeguero, marcando el primer gol. Minutos más tarde,Marcos el hijo del hostal "Doña Lola", cabeceó un córner elevándose por encima de la defensa contraria,para eso media casi dos metros, ya en el colegio ,todos le llamábamos "Tachenko" .A falta de tres minutos, llegó el gol del empate ,lo marco Braulio el hijo de Vicenta ,la mujer de"Pachana"que volvió al pueblo ,ciego de un ojo ,después de la guerra, por culpa de una bala explosiva ."Tolkien" permanecía en el banquillo sin ya dar voces ,fumando sin parar, expulsando el humo espeso del "Burley", sin atreverse a levantarse y dar voces,quedaban cinco minutos para el final .Cuando Pedro ,el hijo del quiosquero cayó al borde del área,el árbitro pitó falta.
Todos miramos a Navarro, "el pulimentador," que renqueante se acercó al balón,lo cogió,lo acarició y lo volvió a depositar en el césped,su pierna más buena,la izquierda, estaba dolorida,así que perfiló su cuerpo a la izquierda del esférico y al silbato del trencilla, arrancó y con dificultad, golpeó con su pierna "mala",la derecha. El balón sobrepasó la barrera de cuatro defensas ,que saltaban al unísono alargando el cuello al máximo,intentando impactar el cuero con sus cabezas. Ayudado por el viento del norte ,el balón tomo una parábola que por mucho que el arquero estirarse los brazos, golpeó el travesaño y entró en la portería. Ganamos el partido. Ascendimos,"Tolkien"saltó al campo,lo manteamos,sabíamos que con su decisión creía en nosotros y nos hizo creer en nosotros mismos para ganar.Ese día fue de fiesta, música , charanga y vino abundante en el pueblo.Los ojeadores de primera se marcharon satisfechos con el deber cumplido, ese joven tenía "el don".El lunes,al día siguiente, todos volvimos a nuestro trabajo, todos más satisfechos, todos más vivos, todos más orgullosos de nosotros mismos.
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