Cuando el sol dejó de rutilar
Cuando el sol dejó de rutilar,
desprendí todos mis ropajes,
tu cuerpo desnudo reflejaba
el temor del maíz tierno,
la oscura flecha sedienta de acierto,
Nos quisimos como tristes locomotoras
pobres en un valle perdido de Yaviza,
Nos amamos cómo buques despiertos que hacían sonar duramente
sus bocinas a lo lejos, repetidamente.
Juntamos nuestras aristas,
me dijiste al oído que me querías,
yo, tristemente solo pude desenredar tu cabello enmarañado,
fuimos dos grandes enamorados,
dos tumulos de tierra que compartian río,
reflujo de aquel pacífico,donde vimos saltar aquellos peces voladores, recuerdas?
hicimos surco y plantamos simiente,
amasamos harina de yuca y comimos el pan,
pilamos juntos nuestra vida,
al final me acerque y te dije que yo también te amaba .
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