Don Julian

Estudiar derecho era una tapadera, simplemente porque no quise decir a mis padres,que lo que realmente quería ,era estudiar filología hispánica,pero debía desplazarme a Valencia y sabía que los gastos ,eran mucho más de lo que ellos podían permitirse.
Me alegré cuando vi que cabía la posibilidad de elegir la asignatura de literatura ,en libre configuración.En aquellos días, mirando el horario,todos los jueves,
una hora después de la asignatura de derecho penal, Don Julián, profesor de literatura,impartía su clase .
Recuerdo su primera aparición, cojeaba,era un hombre de muchos años,cuando sin más,después de saludar, empezó a hablarnos de repente,como bienvenida , de la generación del 27.
Nos contó que había conocido a  Aleixandre, que tomó café con Vicente,en Velintonia,que fue su amigo,que vio el piano en el salón donde Lorca tocaba, ,recitaba y cantaba,que vio los geranios verdes y rojos que tanto le gustaban a Neruda ,nos habló del niño del aire, que así se refería a Luis Cernuda  y que cada vez que Miguel Hernández llegaba, siempre le llevaba una bolsa ahita de naranjas .
Nos contaba que todos ellos en el fondo, desconocían todo lo que fueron, que no es nada más y nada menos, que la mejor generación de poetas habida, después del Siglo de Oro.
Don Julián ,en esa primera clase me hizo amar y arrepentirme de no intentar decirles a mis padres lo que realmente quería estudiar , ahora lo pienso, perdí parte de mi amor en la vida, ahora se, después de ser padre,que de manera segura, ellos se hubieran sacrificado lo necesario para cumplir mis deseos.
Don Julián era cada vez más mayor, recuerdo cuando entraba en aquela amplia clase ,de grandes ventanales abiertos,con  marcos de madera ,por donde atraves de el,corría la brisa  ya caliente del mes de mayo ,que siempre saludaba de manera muy peculiar, diciendo:" cómo están pollos? ",todos nos mirábamos y sonreíamos.
Don Julián no seguía,ni llevaba ningún libro, únicamente hablaba.
"Ustedes que prefieren ,el mar o la mar,decía..."
todos nos mirábamos con cara de advenedizos, "siempre la mar,recuerden, siempre en femenino."
Después de dos meses asistiendo a sus clases,de un día a otro, don Julián dejó de aparecer por aquella estancia.
Nos dijeron que por enfermedad ya no iba a dar más clase.
En la Plaza de la Paz número cinco, tercero A, vivía.
Un día conseguí su teléfono , llamé.Pregunte si podía ir a visitarlo,  su esposa me dijo que si podía ir a verlo. Un sábado día siete, entré en su casa,
con mucho reparo y vergüenza ,una vez en el interior, me habrieron la puerta de su habitación . Don Julián estaba en la cama,recostado.
-Hombre,pollo! me dijo. Usted es Ribera. No había perdido nada de memoria.
-cómo está don Julián? 
-ya puede ver,esperando...,
-sólo vine a darle las gracias,
- y eso,pollo?
-Usted me hizo amar más aún si cabe la literatura,la poesía en especial,solo vengo a darle las gracias.
Don Julián llamó a su esposa, pidió un café para los dos y siguió hablando, continuó dándome clase .

  

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