en vía Uruguay

En vía Uruguay,a una cuadra de Marbella,una de las mejores zonas de la ciudad de Panamá,cerca de Paitilla, se encontraba el restaurante chino Lung Fung.
Local  famoso ,de renombre y propicio para reuniones clandestinas ,muy asiduo por altos miembros de la adjudicataria panameña.
Era la segunda vez que entraba invitado en ese local, en todos mis viajes en esa bella ciudad.
El doctor Miralles , fue por delante,  me abrió la puerta ,e indicó  donde debíamos sentarnos.
No nos ofrecieron carta, él mismo, recitó a la joven que se acercó a la mesa, todos los platos que íbamos a comer. 
- disculpe, doctor,le dije... quiero corvina también
- ponga también , dos corvinas, limpias, sin espinas, verdad? dijo el doctor
- si claro, dijo la joven de ojos rasgados.
La persona que estaba situada a mi derecha, me miró como si hubiese pedido algo que no hubiera tenido que pedir,o mejor dicho,hubiese tenido que decir, 
Cuanto dinero hay al final en la cuenta del HSBC,me dijo, de buenas a primeras,
La joven volvió,que van a tomar ,dijo ? interrumpiendo.
Una Balboa dije yo...
Trae vino blanco contestó Miralles,
estos españoles parece que no beben vino.dijo haciéndose el gracioso.
Me quedé con las ganas de decirle que pedir vino blanco tal cual ,era como comprar una bicicleta sin ruedas,es decir, no tenía ni puta idea de lo que pedía.
Bueno,me dijo, mientras la joven asiática se alejaba de la amplia y redonda mesa. Si no quieres decirme cuánto,dime la comision.
Señor Miralles,usted sabe que afuera tengo también gente,solo que no les gusta la comida china y no quieren acompañarme,me entiende ,verdad?, le dije claramente,mirándole a los ojos.
Miralles cogió los palillos que tenía a la derecha ,encima de una blanca servilleta en forma de cisne, con manera diestra ,los fue moviendo,golpeando uno contra otro ,como si intentase atrapar toda la mala hostia que tenía retenida .
Le  voy a contestar,le dije,no está mal un diez, pero sabe que la ganancia no es mucha para todo lo que te le h ofrecido todos estos años, le dije.
La joven llegó de nuevo y puso en la mesa dos platos de arroz frito y una bandeja de gyozas,
Mas de un diez es imposible le dije,
Mientras ,me  servirá un poco de ese arroz en el plato .
Bueno,dijo Miralles, disfrutemos de la comida,tenemos mucha noche para llegar a un acuerdo.
A los cinco minutos sonó mi teléfono.
Lo cogí y conteste.
Estamos aquí fuera ,de momento  todo sigue tranquilo,si vemos algo extraño ya sabes,dos tonos y colgamos.
Si cari, dije,en unas horas nos vemos en el Marriott dije y colgué.
La joven volvió y dejó dos platos de corvina sutilmente desmenuzadas,limpias, sin espinas .
Un  cinco dijo Miralles y no hay más que hablar .
Aquí todos sabemos dónde te alojas,
estoy siendo muy comprensivo , dijo.
La joven de ojos rasgados volvió a acercarse a la mesa, mientras depositaba dos platos mas en la mesa,
En ese instante, sonó mi teléfono móvil, se cortó la llamada al segundo tono ...





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