Tu supiste cercenar los edificios de cieno
Tu supiste cercenar los edificios de cieno,
ya derrumbados,
tú supiste sajar el velo del sueño,
de todo aquello que todos anhelaban...
tu diosito sordo, al que sí,
amabas y esperabas detrás del oscuro velo,
todo era para ti,Blas,
un hombre sin huesos,
una paz sin palabras,
una justicia sin sombras,
sin vacíos,
justicia,paz,palabras...
escombro de la vida,
espuma entre pabellones secos y vacíos,
sólo soy un hombre,
entendedme!,
huesos apresados en la carne,
mientras mi alma,
ahogada,
se iba,
sola,
como rastrojos arrastrados por un río, sin prisa,
lentamente.
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