Amy Whitehouse
Los grandes gurús de la música tardaron años en detectar la grandeza y el potencial de su voz.
De bien pequeña mamó la música.
De familia judía y amante de la música.
Su resonancia facial - nasal es única ,además de su fraseo palpitante e inconfundible.
Tenía la tesitura femenina más grave,un contralto fino, brillante , puro, nunca igualado.
Esa voz nasal tan particular nada impostada, natural,llena de sonoridad ,carente de empalagamiento, envolvente,redonda,nostálgica, colmada de origen,muy propia de la música "negra" ,del "gospel" que tanto amaba y le fascinaba .
Amaba la música, como dije,conocía la música.
Nunca la he escuchado desafinar, ni en sus peores momentos.
Deambulaba del grave al agudo de igual manera que lo hace la ola que rompe y esparce espuma.
Es decir,sin saberlo,sin quererlo,natural .
Lo tuvo todo en sus manos y como arena fina, como es la vida misma,se le fue escapando,
se le fue resbalando entre sus dedos.
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