te ditodo
Te di todo,
desde la amargura a tu desprecio ,
hasta las aristas tristes de mi fuego enamorado,
tú me decías que no era suficiente,
Yo creía que era sobresaliente,
Tú eras para mí ,mi Vermeer,
mi joven de la perla ,
repleta de bermellón, ultramar y blanco plomo,
fuiste todo para mí,
desde un pincel seco por el tiempo,
hasta un lienzo viejo y agrietado,
En una noche calida del Panamá viejo,
decidimos cortar las raíces de nuestro cuipo floreciente,
decidimos cortar sus hojas a dentelladas,
decidimos hundir nuestras manos en el cieno
y no volver más a tocarnos y a desearnos,
Tú piel oscura, tus ojos apagados,tú cabello renegrido.
Hoy ando vacilante, oscilante entre
mis pensamientos pasados,
en todo aquello plumbeo que fuimos y ya no volveríamos más a sernos,
Abro la ventana y el sol rutila en lo alto,
los pajarillos vivaces trinan,
mientras tanto ,la cafetera suena ululante,
dándome un golpe seco de resignación y tristeza inagotable.
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